La relación entre la mujer y el gato
La figura de la mujer y el gato han estado relacionadas a lo largo del tiempo a nivel cultural y simbólico.
Durante la edad media, el gato estaba visto como una presencia demoníaca y se le relacionaba con la magia y las brujas, ya que se decía que tenía el poder de revivir 7 veces. Al igual que las mujeres que eran acusadas de brujería, a los gatos también se les quemaba en la hoguera, por lo tanto, se puede decir que en ese momento se empieza a establecer un vínculo simbólico entre la mujer y el felino. Ya que ambos eran seres inteligentes, independientes, transgresores, misteriosos y seductores.
También es necesario hacer una breve mención a Bastet, la diosa del antiguo egipto que representaba la protección, el amor y la armonía.
Durante la antigua Grecia, el conocido filósofo Aristóteles refirió lo siguiente: <<Las gatas son de naturaleza lasciva, excitan a los machos al coito y chillan durante el acoplamiento>>. En ésta frase podemos ver cierto paralelismo con la mujer. Siendo ésa última descrita a lo largo de los años cómo un ser de una sensualidad despiadada capaz de seducir a cualquier hombre, conduciendo a éste a la locura (e aquí la cultura de la femme fatale, las sirenas,etc).
Sin embargo, en el siglo 18 (durante la época de la Ilustración), empezamos a conocer otra personalidad del gato, y por ende, de la mujer. Se empieza a ver su lado seductor, elegante y cautivador.
Una Belleza Reclinada con su Gato (Fritz Zuber-Buhler).
En ésta pintura de óleo sobre lienzo se puede observar a una joven acostada con su gato. Es un cuadro que expresa una radiante feminidad. Es bien sabido que el pintor de ésta obra usaba a los felinos para simbolizar la feminidad y la sensualidad.
Durante ésta época fueron muchos los cuadros que se hicieron sobre mujeres y sus gatos.
Entrando en el siglo 19, la época del Romanticismo, la simbología del gato cambió a una más profunda: la melancolía. Con una actitud solitaria e independiente, materializan junto a sus dueñas el sentimiento de la melancolía. Aparecen en el regazo de la mujer o a sus pies, acostumbrando a mirar al espectador de forma desafiante.
La mujer y el gato según la ciencia
Según varios estudios, se determinó que los gatos prefieren a las mujeres, ya que se sienten protegidos con el instinto maternal de éstas y con su cálida voz.
Fotografía de Marylin Monroe con su gato
Los gatos y el feminismo
El gato es en el mundo animal lo que es la mujer en la sociedad, ambos discriminados, demonizados y condenados a lo largo de la historia. Al gato también se le han atribuido ciertos rasgos como la independencia y el egoísmo, rasgos que la cultura audiovisual ha fomentado.
Es por los anteriores motivos y más, que el gato y la mujer se han relacionado a lo largo de la historia, estando presente en representaciones gráficas y en anuncios (en la actualidad). Los dos, son seres llenos de una elegancia refinada y de una feminidad explosiva, rasgos que los han llevado a su injusta discriminación.
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