Las Vírgenes Suicidas: Belleza y tragedia
Basada en la novela de Jeffrey Eugenides y dirigida por la excepcional Sofia Coppola, Las Virgenes Suicidas es una película que resalta por su connotación trágica y melancólica de la vida y muerte de las hermanas Lisbon. Unas chicas de 13 a 17 años que viven en la época de los 70s, con lo que eso implica.
CECILIA
La más joven de todas y la primera en morir es Cecilia, con sólo 13 años. Al principio de la película nos muestran el primer intento de la niña. Reposando en la bañera y con las muñecas cortadas, es cómo conocemos a Cecilia, una chica introvertida y distante del mundo en el que vive. Su mirada está vacía y con una expresión constante de desinterés, condicionada quizás por las ganas de desaparecer que la llevan a finalmente a acabar con su vida tras precipitarse por la ventana de la casa y siendo perforada por la valla metálica del jardín.
No pudimos llegar a conocer a Cecilia tan profundamente como a sus hermanas, sin embargo, el diario que dejó tras su muerte nos muestra a una joven especialmente sensible, reflejando sus pensamientos y sentimientos en forma de poemas. Por lo que escribe, parece que Cecilia era una persona soñadora y muy reflexiva, aspectos que le hacían sentirse diferente a sus hermanas, que ya eran más mayores y empezaban a mostrar interés por los chicos o por otros aspectos que para la menor eran mundanos. Quizás esta desconexión y soledad que experimentaba la llevaron a ese trágico final.
LA VIDA TRAS LA MUERTE DE CECILIA
Tras la partida de su hermana, las Lisbon parecían desoladas, quedándose encerradas en sus habitaciones por un largo período de tiempo. Se nos muestra también cómo la cuidadosa decoración de la vivienda se transforma en caos.
La madre entra en una profunda depresión que la obliga a quedarse el día metida en la cama, mientras que el padre deja pasar las horas mientras mira la televisión.
Sin embargo, todo cambia cuando las hermanas retoman su vida escolar. Se las ve unidas y despreocupadas, cómo si nada hubiera pasado y siempre fueran 4, en vez de 5.
VIRGINIDAD NO ETERNA
Otro punto de inflexión en la película es la experiencia que tiene Lux Lisbon con un joven. Se nos pinta una historia de amor adolescente idílica, una relación salpicada por la pasión y la inociencia, que se mezcla con las ansias de Lux por rebelarse contra su família, experimentando por primera vez su sexualidad. Todo ocurre en un campo, donde el jóven insiste en llevarla. Tras la relación que mantienen, él la abandona en aquel campo mientras va a su casa. Los primeros rayos de sol despiertan a Lux, que se percata de su soledad. Ese "insignificable" momento cambia drásticamente el curso de la historia.
REBELDÍA
Tras lo que le ocurre a Lux, los padres deciden encerrar a las chicas en la casa, privándolas de ver la calle o de comunicarse con otras personas. Las hermanas pasan todo el día entre esas cuatro paredes y su única distracción es coleccionar revistas de viajes, imaginando todos los sitios que podrían explorar, fantaseando con una vida adolescente irreal.
BAJO LA MIRADA MASCULINA
Es importante recalcar que toda la película es narrada bajo la perspectiva de uno de los chicos que vivía enfrente de la familia Lisbon. Es esa mirada la que cosifica a las chicas, robando su individualidad y romantizando la vida de éstas. Es por lo tanto una mira poco objetiva, pues está cegada por el morbo de éstos chicos.
EL FINAL
Después de pasar tanto tiempo encerradas, las hermanas deciden quedar con los vecinos de enfrente apara escaparse en coche y recorrer todos los sitios que han ido viendo en su colección de revistas.
Pero la realidad con la que se encuentran los chicos es muy diferente, pues las cuatro chicas se habían quitado la vida; Una se había ahorcado, otra había consumido una gran cantidad de somníferos mientras que otra introdujo su cabeza en el horno. Finalmente, Lux murió en el coche después de inhalar el monóxido de carbono del vehículo.
Es una película naturalmente devastadora, que explora temas muy complejos pero suavizados por la dulce estética que representa a Coppola. Es quizás esa característica la que fascina a los espectadores. Pues el tono nostálgico y soñador de la cinematográfica combinado con la banda sonora y los sonidos ambientales cómo el sonido de las hojas sacudidas por el aire, o los suspiros de las chicas, hacen de la visualización toda una experiencia.
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